Por Martín Wajsbrut

Tanto “Makena” como “El Bueno No Vino” tenían argumentos para pensar en que debían ganar en su debut. Los primeros llegaban con la coronación reciente en el cuadrangular de verano, en el que derrotaron a algunos de los equipos con los que comparten el torneo. Los del Bueno tuvieron un muy buen torneo Clausura en 2016 en el que terminaron segundos la fase regular.

De entrada quien desniveló el partido fue Martín Pugliese, quien convirtió los primeros dos goles del partido, primero de tiro libre y luego con el arco libre tras una asistencia de Agustín Conte, tras robar la pelota en el medio de la cancha. El propio Conte fue quien amplió aún más la diferencia, para dejar en claro que los de rosa querían imponerse de entrada.

Benito De Ruschi hizo el primer gol de ”El Bueno No Vino” en el año , pero el descuento se vio eclipsado porque en la siguiente jugada llegó el 4-1 en los pies de Matias Siciliano. “Sici” convirtió solo ese tanto, pero fue sin dudas uno de los jugadores más relevantes del encuentro, muchas asistencias y la lucha constante contra los defensores rivales, no hicieron más que demostrar que no siempre hace falta hacer goles para ser determinante en un partido.

El primer tiempo continuó con la misma tónica y “Makena” se fue 6-2 al entretiempo. La diferencia abultada en el marcador reflejaba lo que se vio en la cancha. Lucas Novillo, jugador de “El Bueno No Vino”, comentó mientras esperaba para volver a entrar: “No tuvimos pretemporada porque somos de distintos lugares del interior y recién volvimos cuando arrancamos de nuevo la facultad.

El segundo tiempo empezó con el ganador otra vez imponiéndose a su rival. Conte y Pugliese hicieron de las suyas y el partido se puso 8-2. A partir de allí el cansancio se hizo sentir, la diferencia parecía definitiva y el partido cambió. Los de blanco y azul empezaron a jugar en forma coordinada y a generar muchas situaciones para vulnerar el arco rival. Las definiciones imprecisas, algunas por querer definir de tacto no permitieron un mayor acercamiento, pero por sobre todo el responsable fue el arquero de “Makena”, Juan Podestá.

De esa avalancha de chances el partido quedó 8-4. Los de camiseta rosa no podían cortar  con el predominio en el juego y terminaron con tres amonestados. Martín Pugliese por tocar la pelota con la mano, y Lucas Ferreyra y Guido Manavella por fuertes infracciones. A pesar de esto, sobre el final el equipo se recuperó y estiro la ventaja a 10-4.