Por Roi Waremkraut
Chimba y Smolarek quedaron en la cuarta y quinta posición de la tabla durante la fase regular, y fueron los protagonistas del primer encuentro de cuartos de final por el Torneo Clausura de fútbol 8 “B”. Los números de ambos durante el certamen eran muy parejos: Chimba había obtenido 21 puntos con seis victorias y tres derrotas, mientras que Smolarek había sumado 20 unidades producto de cinco triunfos, una igualdad y tres caídas. Sin embargo, cuando se enfrentaron el 16 de septiembre, el equipo rojo goleó 7 a 2.
La ventaja deportiva estaba del lado de Chimba por haber terminado cuarto, lo cual significaba que el empate sería considerado una victoria, tanto en el partido de ida como en el de vuelta. Esta situación colocaba a Smolarek con la responsabilidad de ir en busca del triunfo, único resultado útil. El equipo negro contó con la ventaja de arrancar el partido con tres jugadores más por retrasos en el conjunto rival, pero no cambió su juego cuando estuvieron en igualdad numérica, dominó el desarrollo durante los cincuenta minutos y ganó 5 a 2 con justicia.
En el comienzo, Matías Cohen aprovechó la ventaja de jugar ocho contra cinco y anotó el primer tanto para Smolarek. El partido se jugaba en campo rojo, donde los hombres de Chimba solo se dedicaban a defender a la espera del arribo de sus compañeros, que se concretó a los ocho minutos con el resultado 1-0. El equipo rojo se adelantó en el campo, pero el dominio no cambió de manos; Smolarek manejaba la pelota con precisión y velocidad, y llegó al segundo gol con una volea fulminante de Guido Tamborindegar. A pesar de contar con todos sus jugadores, Chimba no pudo acomodarse nunca en el trámite del partido, pero encontró el descuento con un disparo desde atrás de mitad de cancha de su arquero, que sorprendió con un remate fortísimo que se clavó contra el palo derecho.
El equipo negro no acusó el golpe y siguió de la misma manera: ordenado en defensa, con presión intensa en toda la cancha y sus hombres de ataque en una noche inspirada. Le faltaba solamente trasladar el dominio al resultado, para no sufrirlo después, y lo hizo con dos goles de Federico Dana antes del entretiempo.
El complemento fue una continuidad de la primera mitad. Chimba se mostró casi resignado, con la cabeza en el partido de vuelta más que en los minutos restantes de la ida. El único que sacó a relucir algo de rebeldía fue su número diez, Lucas Gastaldi, que inquietó con jugadas individuales aisladas. A los diez minutos, Manuel Iglesia se encargó de hacer el quinto tanto de Smolarek y el equipo bajó un cambio. Los rojos consiguieron un descuento más, que decoró el marcador para cerrarlo en 5 a 2.
El próximo fin de semana se disputará el encuentro de vuelta, en el que Smolarek deberá conseguir un nuevo triunfo para pasar a las semifinales. En caso de igualdad o victoria de Chimba, la serie se definirá con tiros desde el punto del penal.