Por Roi Waremkraut

No hay mejor manera de terminar la pretemporada que ganar el último amistoso por goleada y sin dejar dudas. Eso fue lo que hizo Instituto San Roque, que se enfrentó el sábado al mediodía con Lucas Nicolás Cuevas y lo derrotó 12-4. El conjunto vestido de verde demostró una superioridad abrumadora desde el primer minuto y manejó el partido a placer hasta el pitazo final, ante un rival que no estuvo a la altura de las circunstancias y que tendrá que mejorar mucho de cara al Torneo Apertura que se viene.

Al minuto de juego, el arquero verde sacó un zapatazo desde la mitad de la cancha que se convirtió en el 1-0 y dio inicio a la goleada. Con el correr del reloj, San Roque se adueñó de la pelota y se convenció de su superioridad a fuerza de goles. A los diez minutos, el encuentro ya estaba 3-0 y los jugadores verdes dominaban el juego con tranquilidad. Cuevas, con casaca albiceleste, intentó atacar en todo momento, manejó bien la pelota en los primeros metros, pero le costó horrores generar peligro. Tuvo su primera aproximación a los quince minutos y el remate de Lucas Kignis se fue desviado. A partir de allí pudo inquietar un poco más el arco rival, pero se encontró con un arquero seguro. San Roque fue mejor y más efectivo en la primera mitad y se fue al descanso 5-0 arriba.

El equipo albiceleste jugó el segundo tiempo prácticamente resignado y a los diez minutos ya estaba ocho goles abajo en el marcador. Un minuto más tarde logró descontar y, con el partido definido, se abrieron los espacios para ambos. Una lluvia de goles cayó en los últimos minutos para sellar el resultado final: 12-4 para San Roque.