Por Roi Waremkraut

¿Cómo viste el partido?

Fue complicado. Los dos equipos venimos de una inactividad prolongada y eso repercute en el juego, sumado a que la cancha estaba mojada y se hacía difícil transportar la pelota y controlar los pases. Creo que esa fue la razón por las que nos fuimos perdiendo 1-0 al entretiempo. Por suerte pudimos revertirlo en el segundo tiempo.

¿Qué cambiaron en el entretiempo?

Creo que el tiempo que llevamos jugando juntos nos dio la confianza para revertirlo. En el primer tiempo habíamos generado situaciones y habíamos tenido la pelota más que el rival, pero se nos complicó la definición. La falta de fútbol fue lo que nos complicó.

¿Se quedaron con la espina por perder la final del Apertura?

La verdad que sí. Fue doloroso. El fútbol te da este tipo de cachetadas cuando venís en tu mejor momento. A veces te puede poner una piña en la nariz. Nos duele todavía y hasta que consigamos una estrella más en el escudo la espina la vamos a seguir teniendo, pero no deja de ser una motivación para el próximo torneo.

¿Cómo se están preparando y con qué expectativas llegan al Clausura?

Estamos en un proceso de reestructuración en el equipo. La derrota en la final nos hizo sacar conclusiones y estamos tratando de armar un esquema que nos permita ser competitivos, no solo contra los rivales accesibles, sino para poder afrontar los partidos como fue la final del último torneo, en la que lamentablemente no estuvimos a la altura.

¿Cuál son esos cambios?

Fundamentalmente seguir siendo rigurosos con las actitudes, que son nuestra materia prima. Llegar antes, entrar en calor, entrenar durante la semana. Somos pibes que estamos creciendo y aprendiendo al mismo tiempo. El cambio de esquema va a tener que ver con poder ejecutar cosas que nos estamos proponiendo, que no sean improvisaciones como hasta ahora, que nos hicieron llegar lejos, pero no es suficiente.

Hoy hiciste dos goles para dar vuelta el partido. ¿Cómo los viste?

Siempre es una alegría convertir y en esta cancha los goles los hace el equipo. El que la empuja tiene la suerte, pero en realidad es un logro de la presión colectiva. En lo personal me pone contento porque soy delantero y vivo de esto. Cuando no hago los goles, por más que ganemos, me duele. Estoy feliz porque esto le da confianza al equipo en un partido amistoso.

¿Algún referente en tu posición?

Muchos, pero cambian cada dos o tres años. Los referentes son otros jugadores amateurs con los que jugué.